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Se fortalecerá la estructura física del CICESE con nuevo edificio

26-Noviembre-2018

El Departamento de Oceanografía Física del CICESE, uno de los grupos académicos más consolidados en el tema y que goza de prestigio internacional por la calidad de los estudios que realiza sobre la física de los mares mexicanos, contará con un edificio propio al resultar aprobada su propuesta en la convocatoria del Fondo Mixto CONACYT - Gobierno del Estado de Baja California 2018.

La firma del convenio que protocoliza la obra y permite acceder a los fondos acordados para la propuesta “Fortalecimiento de la estructura física del Departamento de Oceanografía Física del CICESE en Ensenada, Baja California”, estuvo a cargo del director general del CICESE, Dr. Guido Marinone Moschetto, del responsable técnico del proyecto, Dr. Modesto Ortiz Figueroa, también del CICESE, y del secretario técnico del Consejo Estatal de Ciencia e Innovación Tecnológica (COCIT) en la entidad, Lic. Jesús Alfredo Babún Villareal (quien funge además como secretario administrativo de este fondo). Los tres firmaron el convenio el pasado 14 de noviembre en la ciudad de Mexicali.

El Departamento de Oceanografía Física, cuyo jefe es precisamente el doctor Ortiz Figueroa, es uno de los cinco que integran la División de Oceanología del CICESE. Actualmente se asienta en un edificio, el de Oceanología, que tiene 28 años desde que fue inaugurado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. En esta edificación se ubican además los departamentos de Ecología Marina, Oceanografía Biológica y Embarcaciones Oceanográficas (Acuicultura tiene su edifico propio).

En estos 28 años el personal que labora aquí ha crecido, al igual que el número de estudiantes matriculados en los respectivos posgrados. Así, este inmueble alberga actualmente alrededor de 450 personas en 98 espacios, algunos de ellos muy reducidos, entre oficinas, cubículos, aulas y laboratorios.

Por ello desde hace años se ha considerado conveniente reubicar al Departamento de Oceanografía Física, considerando que desalojaría más espacio en el edificio por su mayor número de personal y por las dimensiones de sus laboratorios y cantidad de equipo oceanográfico.

En este caso serán 25 proyectos de base y ocho laboratorios los que se beneficiarán directamente con la nueva infraestructura, y 31 proyectos de base y 16 laboratorios de los departamentos de Oceanografía Biológica y Ecología Marina los que se beneficiarán indirectamente, pues ocuparán las instalaciones y espacios que desocupará el Departamento de Oceanografía Física cuando se cambie al nuevo edificio.

De igual manera, los posgrados de Oceanografía Física y Ecología Marina se beneficiarán directamente con el fortalecimiento de la infraestructura de aulas y espacios para estudiantes. Actualmente se tiene capacidad de albergar 40 estudiantes en cada uno de estos dos posgrados; con la nueva infraestructura se podrá aumentar 100 por ciento la matrícula en ambos.

El monto aprobado por el fondo mixto es de 40 millones de pesos, de los cuales la mitad serán aportados por el gobierno de Baja California y el 50 por ciento restante por el CONACYT. Además, el CICESE está comprometido a contribuir con 23 millones de pesos de fondos concurrentes. De esta manera, el monto que se destinará al edificio es de 63 millones de pesos en una primera fase.

Con esta financiación se considera concluir un sótano y dos niveles superiores del edificio.

En ellos están planificadas dos salas audiovisuales y una aula de clases; cubículos para investigadores, técnicos y estudiantes; los laboratorios de Nivel de Mar, Dinámica de Sedimentos, Mecánica de Fluidos, Cómputo del Océano y un laboratorio general.

También se consideran áreas para personal administrativo, sala de juntas, una sala de exhibición, un site para equipo de cómputo de alto desempeño, un taller de electrónica, almacén, un patio de maniobras y estacionamientos para el personal.

En una segunda fase, cuyos recursos aún se están gestionando, se planea construir el tercer nivel para aumentar el número de cubículos de investigadores, técnicos y estudiantes, otra aula de clases, el laboratorio de Climatología, un anexo para experimentar utilizando un canal de olas, almacenes, talleres y la conectividad interna.

Una vez concluidos todos los módulos (incluidos en la segunda fase), el área total de construcción será de 5 mil 600 metros cuadrados, con un costo total estimado en 97 millones de pesos actuales.

Los 24 investigadores que conforman el personal académico de este departamento han desarrollado estudios en todas las provincias oceanográficas del país: el Pacífico bajacaliforniano, el Golfo de California, el Pacífico tropical mexicano, el Golfo de México y el Mar Caribe.

Ellos estudian el ambiente marino como un sistema físico cuyos movimientos varían espacialmente desde micras hasta escalas globales y, temporalmente, desde escalas de segundos hasta de varios años. Son además uno de los pocos grupos que pueden estudiar la física del océano y de los mares mexicanos de manera experimental, numérica, observacional y teóricamente.

Gracias a ello son referentes internacionales en cuestiones de modelación numérica, operación de observatorios marinos, oceanografía satelital y gracias al trabajo de corrientometría profunda que comenzaron a mediados de los años 90 en el Golfo de México y el Caribe mexicano, pudieron estructurarse proyectos de gran envergadura financiados por Petróleos Mexicanos (proyecto Metoceánico, para estudiar la circulación de aguas profundas), el INECC (proyecto Xiximi, para determinar las condiciones base con relación al derrame petrolero de la plataforma Deep Water Horizon en 2010) y del Fondo de Hidrocarburos SENER-CONACYT (para dar respuesta rápida ante probables derrames petroleros).

El edificio se construirá en la parte más alta del campus del CICESE, a un costado del inmueble que alberga el Subsistema Nacional de Recursos Genéticos Acuáticos (SUBNARGENA) y cerca del edificio de Telemática.

Contempla algunos detalles técnicos para reducir el consumo de energía destinada a iluminación, climatización y uso de agua. Por ejemplo, integra un amplio domo interno de ventilación semi abierto que va del sótano hasta el techo para generar lo que se denomina el “efecto chimenea”. Esto es, permitirá la salida constante del aire caliente al ser empujado hacia arriba por el aire generado por la ventilación cruzada en los pasillos, manteniendo los espacios interiores frescos en verano y cálidos en invierno, ya sea abriendo o cerrando las ventanas o con las trampas de calor que se instalarán en los costados del edificio.

Otro aspecto importante es el aprovechamiento de la iluminación natural en cubículos y pasillos. Para ello, la orientación del inmueble optimiza tanto el asoleamiento en verano e invierno como el aprovechamiento de los vientos predominantes de mar a tierra.

Se diseñó un sistema de captación de agua de lluvia (cisterna de agua pluvial, planta de tratamiento y cisterna de agua tratada) para usarla en descargas de inodoros y mingitorios, riego e intendencia en general. Además, en este sistema se pretende utilizar concreto ecológico que permite el paso del agua dentro del material sin perder sus características de resistencia a la compresión y flexión, y sistemas adicionales de reuso del agua.

Los techos estarán dotados de sistemas fotovoltaicos con medidores bidireccionales. Estos permiten almacenar en el día la energía excedente en la red de la CFE, y en las noches regresarla al edificio.